Retomamos el tema de los consejos menos recomendables que nos podemos encontrar en nuestras búsquedas en Internet sobre los ejercicios de fitness.
Del más de millón y medio de resultados que nos da la búsqueda del término este término en Google, ya hemos descartado mitos del fitness como la posibilidad de quemar grasa localizada o la vía libre en la alimentación si haces ejercicio. Pero ¿Qué otras falsas creencias se resisten a abandonar el mundo del deporte y de las rutinas fitness?
Empiezas a quemar grasa a partir de los 45 minutos de ejercicio
Siempre que hacemos ejercicio quemamos grasa, aunque no en las mismas proporciones. Al iniciar el entrenamiento, quemamos glucógeno (que proviene de los hidratos de carbono), pero como las reservas son muy limitadas, a los pocos minutos, el cuerpo empieza a requerir energía a los depósitos de grasa. A mayor tiempo de entrenamiento, más grasa quemaremos, pero estaremos más cansados y el ejercicio será menos intenso. Evita los excesos. Si realizas entrenamientos muy extensos e intensos aparecerá la fatiga y puedes llegar a destruir músculo.
El mejor momento del día para hacer ejercicio es la mañana
No importa la hora del día, siempre que hagas ejercicio vas a conseguir beneficios. En cualquier caso, existen algunas recomendaciones según la hora del día de tus rutinas deportivas: si entrenas por la mañana, no lo hagas en ayunas; si lo haces por la tarde, espera a haber hecho la digestión; y si ya es de noche cuando trabajas tu cuerpo fitness, hazlo durante menos tiempo a más intensidad para poder dormir bien.
Las agujetas son buen síntoma y desaparecen con agua y azúcar
Las agujetas son microlesiones, pequeñas roturas fibrilares que aparecen cuando hemos estado sometidos a una actividad física más intensa de lo acostumbrado. Según los expertos, lo mejor es prevenirlas aumentando el nivel del ejercicio de manera progresiva. Si es demasiado tarde, nada de agua con azúcar, realiza estiramientos suaves y una rutina ligera, como puede ser un paseo.
Los músculos se convierten en grasa al abandonar el ejercicio
De la misma manera que el hígado no puede convertirse en riñón, el tejido adiposo no puede transformarse en músculo (ni a la inversa). Cuando dejamos el ejercicio físico de lado, nuestro metabolismo se ralentiza y, con el tiempo, podemos llegar a perder músculo, pero no convertirlo en grasa. Lo que no es un mito del deporte es que, si comes lo mismo o más que cuando trabajabas por un cuerpo fitness, el organismo ya no necesita este aporte calórico para los músculos y lo almacena en forma de grasa. ¿La recomendación? Muévete, al menos, durante 30 minutos al día.
Estoy más fuerte porque tomo mucha proteína
Las proteínas contribuyen a anabolizar o crear músculo pero, por sí solas, no aumentan la masa muscular. Si quieres estar fuerte, realiza un buen entrenamiento y sigue una alimentación completa y adecuada, con el aporte de proteínas necesarias para la mejora del músculo. Si recurres a los complementos nutricionales, tómalos con moderación para no sobrecargar el organismo.
Con estos cinco mitos sobre el mundo del fitness terminamos nuestro decálogo de las falsas creencias que rodean la práctica deportiva a nivel usuario, tal y como nos cuentan en este vídeo. ¿Has creído alguna vez en una o más de una de estas leyendas urbanas?