¿Cuánto azúcar consumimos con el tomate que le echamos a la pasta? ¿Y con una porción de pizza? ¿Cuántos de los productos de nuestra cesta de la compra suponen un exceso de azúcares para nuestra ingesta diaria? Lejos de lo que puede parecer, cada vez son más los alimentos que, sin ser dulces, contienen dosis elevadas de glucosa, fructosa y sacarosa (los llamados azúcares libres). Todos ellos contribuyen de manera irrefutable al aumento notable del peso corporal, hasta generar problemas de obesidad, y a la producción de caries dental. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su directriz sobre la ingesta de azúcares para adultos y niños, establece reducir la cantidad diaria de azúcar recomendada hasta el 10% del consumo calórico diario. Según estas mismas recomendaciones, si situamos estos niveles por debajo del 5%, los beneficios serán aún más notables en nuestro estado de salud general.
[bctt tweet=»#Nutrición: ¿Cuánto consumes? Estas campañas te alertan sobre el peligro del #azúcar en los alimentos.» username=»mielcanela_blog»]
Haciendo cálculos, en una dieta para adultos de 2000 calorías diarias, el consumo de azúcar debería ser de 50 gramos, unas doce cucharillas de café. Pero la realidad está muy lejos de cumplir con estos objetivos. En Europa, el consumo de azúcar es excesivo, con dietas basadas en alimentos procesados y una ingesta diaria de los llamados azúcares libres que roza los 100 gramos. Siguiendo las directrices de la OMS, los europeos deberían reducir el gasto de fructosa, glucosa y sacarosa en más de la mitad para frenar la epidemia de diabetes y sobrepeso que los expertos ya empiezan a vaticinar.
¿Son necesarios los azúcares añadidos o azúcares libres en los alimentos?
La principal característica del azúcar es su poder endulzante. Pero la industria alimenticia y culinaria lo utilizan con otros fines menos conocidos como prolongar la caducidad de los productos, suavizar los sabores y aumentar la capacidad energética de los alimentos. Todo esto nos conduce a una afirmación más que evidente: los azúcares añadidos están presentes en los productos procesados, aquellos que están preparados para ser consumidos con inmediatez, como cereales, refrescos, bollería industrial…
Vídeo OCU: ¡Menos azúcar, más salud!
¿Es necesario? Como en todo, la clave y el límite está en el abuso: cuántos menos alimentos de este tipo consumamos, más reduciremos el riesgo a padecer obesidad, el aumento del colesterol, la sobrecarga del hígado, y todos los demás problemas derivados de una mala alimentación. En definitiva, no sobrepasar la cantidad diaria de azúcar recomendada, a través de una dieta equilibrada, es la recomendación general para los consumidores. Para la industria, mayor responsabilidad en la elaboración de los productos y un etiquetado exhaustivo.
Campañas contra el consumo excesivo de azúcar
Cada vez son más las iniciativas que muestran los efectos negativos del consumo excesivo de azúcar en la alimentación diaria y conciencian sobre la necesidad de leer y entender el etiquetado nutricional de los productos para poder limitar su ingesta. Una de la más conocidas en España es sinAzúcar.org, un proyecto puesto en marcha por un fotógrafo amante de la vida saludable y la nutrición deportiva. Por medio de sus imágenes, compartidas en diversas redes sociales, la campaña pone cara a las cantidades de glucosa, fructosa y sacarosa escondidas en los alimentos que la mayoría tenemos en nuestras despensas y neveras.
Salados con azúcar, de sinAzúcar.org
El bollo del desayuno, el refresco de media mañana, la salsa de tomate en la comida, el sobre de azúcar con el café… Y tú, ¿consumes más azúcar del que crees?