De este año no pasa: vas a cumplir todos los retos deportivos que redactaste en Nochevieja. ¿Que no sabes cómo lo vas a conseguir? Te damos algunas claves.
Ya hemos asumido que la procrastinación debe ser cosa del pasado. Pero existen algunas tareas que, queramos o no, se tornan imposibles y nos conducen directamente a su continuo aplazamiento. Un ejemplo claro (y no podemos negarlo) es el de los propósitos de Año Nuevo. Por alguna extraña razón, somos incapaces de cumplir la lista por completo. Después de los primeros meses, perdemos fuerza y ánimos y acabamos dilatando su ejecución hasta el próximo año.
En este 2018, aún estamos a tiempo de ponerle solución y llegar a la próxima Noche Vieja con la lista de objetivos deportivos vacía y abierta a nuevas incorporaciones. Si quieres que la realización de tus retos no pase de este 2018, conoce los comportamientos que debes evitar y adopta alguna de nuestras propuestas.
➡️ Errores de los propósitos deportivos para el Año Nuevo
- Exceso de optimismo. En buena parte de las listas de propósitos nos encontramos con el mismo objetivo: ir al gimnasio de lunes a viernes, al menos, una hora. Ya avisamos de antemano: ni con una alimentación a base de espirulina se consigue. El cansancio del trabajo, las obligaciones familiares y sociales, el estado anímico… Cualquier detalle puede echar a perder este plan inicial y, a la larga, puede provocar una completa pérdida de interés.
- Practicar sin comprobar el estado físico real. Antes de apuntarse a un equipo de running, de montañismo, de crossfit o de cicloturismo, se debe adquirir cierto fondo físico. Sin él, los primeros kilómetros o las primeras repeticiones de una serie serán tan duros que el abandono está más que asegurado.
- Innovar demasiado. Correr, nadar o los deportes en equipo no son disciplinas para todos los públicos. Pero buscar la motivación en una actividad concreta nos puede llevar a poner en riesgo nuestra salud. Lo importante es buscar un tipo de ejercicio que nos obligue a permanecer activos sin que nos demos cuenta y, a poder ser, con cierto grado de diversión y realización.
- Descuidar la alimentación. El deporte es un hábito saludable que todo el mundo debería asumir. Pero, normalmente, es el último recurso al que acuden aquellas personas que desean perder peso. Precisamente con ese objetivo, pierden de vista la importancia de una buena alimentación e ingieren menos nutrientes de los necesarios. Una dieta deficiente (sea cuál sea el objetivo) no solo puede poner en riesgo la salud, si no que limitará nuestras fuerzas y nos obligará a abandonar los esfuerzos físicos.
➡️ ¿Cómo cumplir tus propósitos deportivos de fin de año?
No basta con colocar nuestros propósitos de Año Nuevo en una lista para cumplirlos. Es necesario planificarlos con cierto detalle para saber cómo nos debemos enfrentar a ellos. En el caso de nuestros objetivos deportivos, es esencial trazar una estrategia para saber en qué grado estamos cumpliendo o no lo que nos hemos propuesto. Por lo tanto, la organización y la pulcritud son indispensables. Si tus propósitos se basan en grandes objetivos (por ejemplo, correr una maratón), busca retos menores y rodéate de personas que te ayuden a ir consiguiendo pequeñas conquistas.
Y lo más importante de todo: no te descuides. El deporte debe ser considerado como un hábito beneficioso para la salud. Si deteriora el organismo en alguna forma concreta (lesiones, malestar, decaimiento, etc), no dudes en consultar a un especialista antes de que se convierta en un problema mayor.
Y tú ¿qué reto deportivo te has marcado para el año que viene? ¿Crees que lo vas a poder cumplir?