Falta de sensibilidad, medidas erróneas, la ruptura del momento, el “yo controlo” … Y tú, ¿qué excusas pones para no utilizar preservativos?
El preservativo se mantiene como el método anticonceptivo más utilizado entre la población de entre 18 y 35 años. Al menos, así lo indica el sexto barómetro creado por la marca Control titulado “Los jóvenes españoles y el sexo”.
A pesar de este apunte positivo, las cifras nos presentan otra cara menos amable: aumenta en tres puntos el número de jóvenes que reconoce utilizar el preservativo solo en ocasiones (del 26% al 29% de los encuestados), y disminuye en la misma proporción la cifra de los que afirman ponérselo siempre (del 74 al 71%). Las visitas al ginecólogo, las citologías y demás revisiones constituyen una buena fuente de información, sobre todo para las mujeres, en materia de métodos contraceptivos. Pero, ¿está en riesgo la salud sexual de los jóvenes españoles?
Los riesgos del descenso del uso del preservativo
La aparición de nuevos sistemas anticonceptivos es, en parte, la responsable de esta pérdida de relevancia de los profilácticos. El problema radica en que, mientras aumenta el uso de estos otros métodos contra los embarazos no deseados (DIU, sistemas hormonales, etc.) se descuida la prevención contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Los jóvenes olvidan que los preservativos son uno de los pocos métodos anticonceptivos de doble barrera. Es decir, además de evitar la fecundación, evitan el contagio de ETS como la gonorrea, el Virus del Papiloma Humano (VPH) o el Sida. El 20% de los encuestados tienen relaciones sexuales de riesgo: o desconocen el estado de salud de la otra persona o confían en que no tenga nada de lo que preocuparse. Como consecuencia, uno de cada cuatro jóvenes está en riesgo de padecer una enfermedad venérea.
¿Por qué se deja de utilizar el preservativo?
Hay cientos de excusas que intentan justificar la supresión del uso del preservativo. Después del “uso otros métodos”, la falta de sensibilidad, el “corta rollos” o la dificultad de colocación ocupan las primeras posiciones de las disculpas más manidas. Sin embargo, los expertos lo tienen claro: el problema no es del envoltorio. Existen diferentes clases de textura, de grosor y de tallas de preservativos que garantizan una experiencia totalmente satisfactoria. Como si no lleváramos nada.
Pero España es el país donde se compra un mayor número de condones, al tiempo que aumenta la cifra de enfermedades venéreas. ¿Cómo es posible? Por tres simples razones:
- Mala praxis, hay parejas que lo colocan después de una primera penetración.
- Desconocimiento: no todo el mundo sabe colocarlos correctamente.
- Mala elección de las medidas de los condones. Sigue leyendo para entenderlo…
El tamaño [del condón] sí importa
Que el uso del preservativo esté decayendo es preocupante (y mucho). Pero también lo es que aquellos que afirman utilizarlo siempre, en realidad, no saben hacerlo. No nos referimos solo a la técnica perfecta de colocarlo: hay grandes problemas por exceso y por defecto de látex. Un gran número de hombres desconoce la gran variedad de tallas de condones disponibles en el mercado y, por descontado, no sabe elegir el más adaptado al tamaño de su miembro.
Las marcas más comercializadas en España ofrecen diferentes tallas de preservativos. Para ello, tienen en cuenta solo el perímetro del pene, oscilando entre los 47 mm de la talla XS a los 57 mm de la XL. Pero, aunque no lo parezca, la diferencia entre los condones pequeños, los normales y los grandes no es para echarse las manos a la cabeza. Como consecuencia, encontramos casos en los que, aun eligiendo las tallas pequeñas, sobra látex por todos lados; y otros, a los que los preservativos XL les corta la circulación. Para terminar con estos problemas, algunas marcas como ‘Theyfit’ o ‘My.size’ ofrecen un abanico más amplio de tamaños.
¿Ayudará la variedad de texturas y tamaños de los preservativos a recuperar su protagonismo en las relaciones sexuales?