Procrastinar: qué es y cómo nos afecta

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Si retrasas desde el despertador hasta la tarea más urgente, bienvenido, formas parte de la familia de procrastinadores. Averigua qué es y cómo te afecta.

El término procrastinar fue uno de los más buscados en 2016 en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, junto a resilencia y bizarro. Pero, si aún no sabes lo que significa, te sacamos de dudas. Probablemente, tú seas uno más de los millones de personas que lo pone en práctica, desde estudiantes díscolos a empresarios intachables.

Todos (o casi todos, por eso de no generalizar) somos procrastinadores en alguna de nuestras facetas cotidianas. Ninguna se salva: una tarea que nos saca de quicio, la hora de levantarse, una llamada importante que deberíamos haber hecho hace semanas…

Procrastinamos más de lo que deberíamos y, a la larga, sufrimos las consecuencias. ¿Sigues sin saber a qué nos referimos? Empecemos por el principio.

¿Qué es procrastinar?

El significado académico es aplazar, diferir. Es decir, procrastinar consiste en retrasar aquello que deberíamos hacer en este momento o sustituirlo por otra tarea más amena. Es el “ya lo haré mañana”, “luego te lo cuento”, “otro capítulo y me voy a la cama” o, incluso, los “cinco minutitos más” de cada mañana. Todos estos pensamientos y la decisión que conllevan son los ejemplos más claros de procrastinación. ¿Los reconoces?

Perfil de un procrastinador

Un estudio llevado a cabo por investigadores alemanes ha puesto de manifiesto los riesgos de la procrastinación en la salud de sus incondicionales. Después de analizar a cerca de 2500 hombres y mujeres de entre 14 y 95 años, los expertos llegaron a una conclusión: aquellos que lo dejan todo para el último momento no tienen un mayor nivel de bienestar ni de felicidad. Los resultados van más allá. Esta tendencia está directamente relacionada con un aumento del estrés, la fatiga, el insomnio, la ansiedad y la depresión.

Qué es procrastinar

Pero, si solo un 24% de la población se declara procrastinador, ¿por qué casi todos dejemos para más tarde las tareas más tediosas? Porque no todos lo tomamos como una actitud ante la vida, sino como una decisión puntual. Sin embargo, algunas personas están más predispuestas a posponer sus objetivos y sus obligaciones. Son los procrastinadores crónicos. Suelen ser más impulsivos y se distraen fácilmente con cualquier cosa que les resulte más divertida que la tarea que estén realizando. Son precisamente ellos los que se muestran más insatisfechos con su vida y padecen algunos de los síntomas anteriores.

¡Deja de procrastinar ya!

Tanto si lo haces de manera crónica como si pecas solo de manera puntual, tienes que dejar de procastinar y tienes que hacerlo ahora. Normalmente, retrasamos nuestras tareas por el miedo al fracaso, por la incapacidad de tomar decisiones o por un simple autoengaño. Por suerte, tenemos las claves para dejar de hacerlo:

  1. “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Premisa universal y primer mandamiento para dejar de procrastinar.
  2. Nada de excusas. No hay cansancio, ni más tiempo de asueto, ni una pausa para consultar las redes sociales.
  3. No planifiques de más. Si tienes cierta tendencia a retrasar tareas, cuanto más llena esté la agenda, más excusas vas a encontrar para dilatarlas en el tiempo.
  4. Dos minutos bastan. Si la tarea lleva menos de dos minutos, hazla.

Dejar de procrastinar

¿Tú también procrastinas a menudo? ¿Qué tareas son las que te dan más pereza y acabas retrásándolas?

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