El consumo de alcohol es uno de los más socializados, aunque la mayoría conoce sus perjuicios sobre el organismo. Pero ¿es cierto que el alcohol engorda?
Llevamos décadas afirmando que el alcohol engorda o, al menos, que es cómplice directo del aumento de peso y de la obesidad. Como consecuencia, ha sido desterrado de todo tipo de dietas, rechazado por los defensores del culto al cuerpo y analizado en diversos estudios sobre enfermedades cardiovasculares. Las calorías del alcohol han sido demonizadas hasta tal punto que a una noche de copas [además de los cambios corporales propios de una borrachera] siempre le sigue el arrepentimiento y el temor a la báscula.
[bctt tweet=»Si has dejado de beber alcohol, ¿cuánto has adelgazado desde entonces? #dietasinalcohol» username=»mielcanela_blog»]
Hemos asumido el contenido energético de las llamadas “bebidas espirituosas” como una verdad universal que muy pocos se han atrevido a rebatir. Hasta ahora. ¿El alcohol engorda tanto como creemos?
La base científica de las calorías del alcohol
Cada vez más investigadores se rebelan contra la tabla de calorías actual. Basada en la elaborada por Wilbur Olin a finales del siglo XIX, los expertos consideran que está desfasada y que falla con la mayor parte de los alimentos, incluido el alcohol. El químico estadounidense estableció la medición quemando la comida en un horno y calculando la cantidad de calor que desprendían.
¿Funcionan igual el cuerpo humano que un horno? Los científicos consideran que no. Por ello, rechazan que el alcohol engorde tanto como propuso Wilbur Olin hace más de 100 años y proponen un cambio de mentalidad. En este sentido, explican que las bebidas de estas características son nocivas para el organismo, pero no porque nos hagan subir de peso. O no solo por eso.
La cerveza sí engorda
Tenemos malas noticias para los amantes de las cañas. Siguiendo los descubrimientos de estos detractores de la tabla de calorías tradicional, encontramos que la cerveza engorda más que cualquier otra bebida con alcohol. ¿Por qué? Por su alto contenido en hidratos de carbono procedentes de la malta. No importa si es con o sin alcohol, rubia o tostada, es la culpable de esa barriga cervecera.
A pesar de estas voces en contra, la medida tradicional de calorías sigue marcando la pauta. Según el método de Wilbur Olin, las bebidas alcohólicas que más engordan son (por orden de importancia):
- Los licores dulces
- La ginebra, el whisky y el ron
- El vodka
Al añadir refrescos a estas bebidas espirituosas, estamos incrementando el número de calorías vacías del combinado como consecuencia del exceso de azúcares libres. Los vinos, el cava, la cerveza y la sidra son las bebidas alcohólica con menos calorías (menos de 100 por cada 100 ml). Desde la BBC proponen un juego para ver qué es lo que más engorda de todo lo que hay sobre una mesa:
En una dieta de unas 2000 calorías, ¿sabrías calcular cuántas ingieres de más cuando te tomas algunas copas?